[ Frente a frente, te miro, me miras y todo es para Siempre. ]

sábado, 10 de septiembre de 2011

Estallar.

Me desperté deseando que sea un sueño. No podía levantarme; no quería, quería cerrar los ojos y olvidar. Olvidar que había despertado.
Llegué al colegio y sin ganas de mover los pies entré y me senté. Prometí a mi mal humor que no me movería y allí me quedé toda la hora, todas las horas. Salí en los recreos y obligada por ella quien por suerte, acompañándome, se sentía igual que yo.
Me reí. Me hacía reír. Siempre lo lograba. Esté como esté.
Lloré. Recordé que minutos antes había reído y lloré más aún.
Me abrazaba… Lloró también.
No, no teníamos Un motivo…
¿Nunca les pasó de ir aguantando, solo por seguir adelante y no quedarse atrancada, un montón de cosas que luego de un día para el otro sin aviso el cuerpo estalla y grita a través de un millón de lágrimas saliendo de tus ojos sin cesar y tus párpados pestañando constantemente porque las pequeñas gotitas saladas te nublan la vista?
A nosotras sí.
¿Por qué al mismo tiempo?
Fácil, nos contábamos todo, todo lo hablábamos día a día, ella tratando de solucionar mis problemas y yo los de ella… Pero no siempre podíamos… A decir verdad no podíamos, así que recurríamos a hacer la peor payasada con tal de que la otra riera al menos un poco.
Regresando a lo anterior…
Tanto lo hablábamos que no tenía sentido seguir echando palabras a oídos ya cansados de escuchar la misma historia una y otra vez.
Y estallamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario